viernes, 4 de diciembre de 2009

Y TÚ, ¿QUÉ QUIERES SER DE MAYOR?

La infancia es la mejor etapa de nuestra vida, donde la fantasía reina en la mente.

Era aquel tiempo donde las decisiones importantes se tomaban con un práctico 'Pito-pito gorgorito... ¿dónde vas tú tan bonito?...A la era verdadera... ¡pim pom fuera!, los errores se arreglaban diciendo: 'Empezamos otra vez', 'GUERRA' sólo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase... Todas esas cosas tan simples que nos hacían felices, no necesitábamos nada más que un balón, una comba y un par de amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...

Pero todo niño/a crece, se hace adulto y entra en la sociedad de “los mayores”, una sociedad consumista, aquella donde se ve razonable situarse en la vida como si todo, las personas, el trabajo, la naturaleza…, fueran objetos de consumo: elegibles, flexibles, sustituibles y prescindibles. Así a mayor capacidad de elección, más libertad creemos tener.


Uno de los pilares fundamentales de esta sociedad es la insatisfacción permanente, el querer tener más y más todo el tiempo, muchas veces creado de forma artificial, sobre todo por la publicidad. Por eso se ha extendido un mecanismo en la sociedad y en nuestra vida que nos induce a movernos guiados por el principio de la satisfacción individual y a alejarnos de todo lo que puede incomodarnos, especialmente del dolor y del sufrimiento de los otros.

Todo esto está configurando un tipo de persona y una cultura, un modelo de vida, que provoca empobrecimiento y deshumanización y devalúa la pasión por la justicia, es decir, los valores humanos se han perdido. La crisis económica actual está poniendo en evidencia lo que esto significa.

Así crecer significa trabajar, y trabajar para tener dinero y tener dinero para poder comprar. Vemos la felicidad en un artículo que nos han vendido ya desde que lo vimos en el anuncio de la televisión, y sólo luchamos por tenerlo pero cuando lo tenemos no nos da la felicidad porque necesitamos más. La vida consumista nos consume a nosotros mismos.

Con el paso de los años vamos perdiendo la verdadera ilusión, no vemos lo que importa en la vida… solo vemos el dinero. Ojalá crecer no significara perder a nuestro niño interior y ojalá, tener dinero, sólo significaba poder comprarte una bolsa de chucherías a la salida del cole…

http://www.youtube.com/watch?v=HdrABHarNyM&feature=player_embedded#

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